Metaverso, cómo y cuándo
Últimamente se está volviendo a hablar mucho del metaverso, de cómo va a revolucionar nuestra forma de vida a todos los niveles. Esperemos que, en el mundo de la comunicación, de los medios online no pasemos a las redacciones, ruedas de prensa y portavoces virtuales…, no deberíamos dejar que esto suceda.
Bajo mi punto de vista, lo de metaverso resulta un nombre muy poético para algo tan desprovisto de romanticismo y creo que quizá sería más acertado llamarle metauniverso, es decir, una especie de mundo paralelo en el que la mayoría tendremos que aprender a manejarnos y comportarnos.
Si de la mano de Internet llegaron las llamadas terceras y cuartas revoluciones industriales, (yo ya perdí la cuenta) quizá llegue la siguiente con el metaverso. No sé si será industrial, pero, desde luego, será revolucionario.
Los más románticos, los más clásicos, se resistirán (nos resistiremos), pero no parece que se pueda detener su lento avance. Es probable que haya intentos tipo: “soy mayor, no idiota” pero, no nos engañemos, seguramente, la iniciativa de Carlos San Juan, tuvo éxito mediático y consiguió algo de atención y consideración gracias al poder del dinero. Su dinero y el de sus coetáneos estaban en la ecuación y siempre podían retirarlo o llevarlo a donde les dieran mejor trato, y eso siempre es un buen incentivo para obtener comprensión y flexibilidad.
Además, creo que en el sector bancario todo sucedió demasiado rápido, casi sin transición. Una bonita palabra si la asociamos a un cambio positivo. Nadie busca cambios para estar peor, pero, desgraciadamente, los hay que vienen impuestos.
La pandemia es un claro ejemplo de imperativo sobrevenido y que, entre otras cosas, aceleró la virtualización del mundo. Tuvimos que prescindir de la presencialidad y el mundo físico tuvo que ceder mucho espacio.
Por su parte, el terreno de lo lúdico hace tiempo que está siendo conquistado y el metaverso promete experiencias muy alucinantes e increíbles. Yo, en principio, estoy bastante a favor, de todo esto, me gustaría presenciarlas y hasta participar de algunas.
Aunque, aún no ha pasado y ya me acuerdo de Jorge Manrique… Al fin y al cabo, algunos aún estamos celebrando el regreso de los conciertos, los apretones de manos y las caras descubiertas, etc. y no tenemos especial prisa por pasarle el testigo a nuestro avatar e iniciar esa inmersión tan anunciada.
En fin, para terminar, un deseo: ojalá el metaverso llegue para enriquecer y aportar alternativas voluntarias, pero sin imposiciones y sin sustituir las relaciones humanas auténticas y verdaderas.
Sin duda, la comunicación tiene muchas formas, medios y canales, pero unos nos gustan más que otros.