¿Quién iba a decir hace relativamente pocos años que unas pequeñas representaciones gráficas digitales iban a cambiar nuestra forma de comunicarnos, hasta el punto de sustituir frases enteras por una o varias de estas representaciones?

Nos referimos a los emojis, cuya característica principal y definitoria la podemos encontrar en la emojipedia. Según este documento, son un set estandarizado de caracteres disponible tanto en iOS, como en Android, Windows y mcOS, que tienen siempre el mismo significado aunque el arte pueda variar dependiendo de la plataforma.

Sí, esta forma de comunicación es tan amplia y variada que surgió la necesidad de crear una suerte de enciclopedia especializada en estos elementos. Jeremy Burge comenzó a trabajar en ello en 2014 y hoy en día es una completa guía en la que perderse durante horas. En ella, entre otras cosas, se puede encontrar el diseño de cada Emoji según el lugar en el que se vea o se quiera publicar, sus shortcodes e incluso ¡las estadísticas que reflejan el interés de cada uno de ellos a lo largo del tiempo!

Pero no sólo la emojipedia refleja la magnitud que ha adquirido este fenómeno comunicativo. También lo hace el creciente interés científico hacia este hecho. Un trabajo pionero en este ámbito es el titulado A Global Analysis of Emoji Usage. Se trata de un interesante estudio centrado en Twitter y que os invitamos a leer, en el que se concluye que el uso los Emoji es un reflejo de las condiciones de vida en diferentes partes del mundo y en el que se diferencian cuatro “mundos”, caracterizados por el tipo de emoji más utilizado en cada uno de ellos.

Un fenómeno de estas características bien merece un día dedicado a él, aunque sea de manera informal. Por ello, queremos desearos un ¡Feliz Día del Emoji!